"Señora, se le cayó la monedita"

Hoy les cuento que un dia que le rogué a mi hija mayor para que me acompañara a jugar al bingo, y despues de mucho rogar por fin me acompañó (a mis hijos no les gusta que juegue al bingo, a mi me copa jajaja).
No ganábamos nada por mas de 2 horas y entonces por cábala, se me ocurrió tirar una moneda de 10 centavos al suelo. Justo que la tiro, borré todo en el carton y me faltaba solamente un número para cantar bingo.
En ese momento, un hombre, que tenia los dientes mas grandes que la cara, me dice: "Señora, se le cayó la moneda", y justo en otra mesa cantaron el bingo.
Me agarró una bronca terrible contra el dientudo que me devolvió la moneda.
La volví a tirar al suelo, y otra vez el "amigo en cuestion" me la volvió a levantar.
Durante 1 hora tiraba la moneda de 10 centavos al suelo, y el dientudo muy amablemente me la devolvía.
Cuando nos acordamos con mi hija de aquel dia, nos reímos mucho. No ganamos nada, pero nos divertimos con una simple moneda de 10 centavos y un dientudo muy atento.

"La mesa de Las Brujas"

Buenas...
Un dia entré al bingo y me senté en la primera mesa. Sentadas alli, habia 5 señoras. Saludé diciendo "buenas tardes", pero no me contestaron. Volvi a decir "buenas tardes" y tampoco me conestaron. Me miraban como sapo de otro pozo. Había un clima tenso y desagradable. Decían entre ellas que en esta mesa no se ganaba nada, que los cartones eran una porqueria. Yo no entendi entonces, por que no se cambiaban de mesa, ya que estaban todas con un humor de mier....
Otro dia me enteré que son un grupo de 6 mujeres que se sientan siempre juntas, porque en esa mesa ya se habian sacado 3 pozos acumulados del bingo, o sea que me tiraban palos para que me cambara de mesa, pero yo cuando juego, no me entero de nada (jajajaja).
Para los jugadores que van todos los dias, esa mesa es conocida como "La mesa de las brujas", una de ellas ya se sacó el pozo. Faltan 5 que sueñan con ganarselo.

Introduccion

En el año 1996, con 2 operaciones de cancer, y estando sola en el departamento de Mar del Plata que alquilaba para mis hijos estudiantes, decidi entrar en el bingo y desde ese entonces, no salí nunca mas.
Cada vez que llego a Mar del Plata, voy al bingo, para mí, el entretenimiento mas relajante y divertido, pero entre los jugadores hay de todo. Están los mentirosos, los fabuladores, los agrandados y los jugadores compulsivos que son un mundo aparte.
En mis proximas entradas voy a relatar las anécdotas que vivo cada vez que voy el bendito bingo.